La escuela en la era postpandemia y la crisis del modelo educativo
Hacia una nueva convivencia escolar
La convivencia escolar es un concepto que abarca la naturaleza social y a menudo compleja del entorno educativo. En este sentido, la convivencia escolar no solo es un componente intrínseco de la cultura escolar, sino que también desempeña un papel fundamental en el proceso de socialización de los individuos. Además, este proceso de interacción genera una red de relaciones socioculturales dentro de la comunidad educativa, que se desarrolla en un contexto definido por el tiempo y el formativo y se lleva a cabo con un propósito claro, que es la educación y formación de los estudiantes. Esta compleja red de relaciones involucra a una variedad de actores que participan activamente en la vida escolar. En este artículo, exploraremos en detalle la importancia de la convivencia escolar en la era postpandemia y su papel en la construcción de una nueva realidad educativa.
En el Día de la Convivencia Escolar del Ministerio de Educación, Jorge Figueroa Figueroa, miembro del Centro de Estudios Saberes Docentes de la Universidad de Chile, plantea que «en el contexto de la postpandemia, retomar la presencialidad requiere con urgencia la capacidad de adaptación y conciliación de las comunidades educativas. Es crucial implementar estrategias e innovaciones que permitan a la escuela adaptarse tanto al entorno pospandémico en general como a las circunstancias específicas que esta ha tenido en sus estudiantes».
Durante la pandemia, docentes y directivos se vieron desafiados a experimentar y poner en práctica estrategias y actividades para adaptar los procesos educativos a la virtualidad. Sin embargo, retomar la presencialidad en plena era pospandémica demanda igualmente la habilidad de acomodo y conciliación por parte de las comunidades educativas.
No ha sido sencillo para estas comunidades reintegrarse a la presencialidad y al ritmo habitual de funcionamiento en sus instituciones educativas. Desde el retorno a la presencialidad se han observado diversas manifestaciones de violencia física, verbal y sexual entre estudiantes, así como hacia y entre docentes. Estas conductas son claros indicios de que algo no está funcionando correctamente y requiere atención inmediata.
A finales de 2020, el Comité de Derechos del Niño de las Naciones Unidas declaró que los niños, niñas y adolescentes (NNA) eran uno de los grupos más vulnerables durante la pandemia, debido a los graves efectos físicos, emocionales y psicológicos causados por los prolongados períodos de restricciones y confinamiento.
Por lo tanto, promover y fortalecer la convivencia escolar en el entorno virtual se convirtió en una prioridad para los equipos educativos, con el objetivo de mantener el aprendizaje, el sentido de comunidad, la solidaridad y la colaboración.
En este contexto, el Núcleo de Convivencia, Ciudadanía y Género del Centro Saberes Docentes realizó en 2021 el estudio «Convivencia Escolar en tiempos de Pandemia». El objetivo principal fue identificar las principales dificultades para abordar la convivencia escolar en el contexto de la pandemia, a partir de datos recopilados en 96 instituciones educativas de diferentes dependencias y ubicaciones en todo el país.
Los hallazgos del estudio revelaron que los conflictos más frecuentes durante la pandemia incluyeron en primer lugar la «conflictividad entre estudiantes» (27,3%) y en segundo lugar los «problemas socioemocionales de la Comunidad Educativa» (13,9%). Para abordar estos conflictos, se aplicaron estrategias a distancia, como cápsulas audiovisuales, infografías, charlas de sensibilización, talleres y entrevistas personales y de mediación grupal, entre otras (24,2%). También se brindó apoyo psicosocial a la Comunidad Educativa mediante talleres virtuales, charlas sobre manejo de emociones y entrevistas personales, entre otras medidas (12,9%).
Entre las principales dificultades para abordar la convivencia escolar en el contexto de la pandemia se destacaron los «problemas de conectividad» (33,3%) y el «estado socioemocional de las y los estudiantes» (32,9%). Los equipos educativos implementaron medidas como el desarrollo de estrategias de vinculación virtual, como la creación de material audiovisual, reuniones virtuales, talleres en línea, el uso de redes sociales y sistemas de acompañamiento (27,1% y 24,7%, respectivamente).
Estos hallazgos demuestran la capacidad de adaptación y creatividad de las escuelas para seguir funcionando a pesar de las complejidades impuestas por la pandemia. Ahora, en la era pospandemia, es igualmente urgente y necesario que las comunidades educativas se adapten y encuentren nuevas formas de promover la convivencia escolar, teniendo en cuenta tanto el contexto general pospandémico como las circunstancias particulares que afectan a los niños, niñas y jóvenes. Para lograrlo, es esencial revisar lo realizado durante la pandemia y aprovechar las lecciones aprendidas para desarrollar nuevas ideas que redefinan la escuela de manera diferente.
En resumen, la pandemia nos ha enseñado dos lecciones fundamentales que podrían dar forma a la nueva normalidad en la educación: la importancia de la salud socioemocional y el bienestar de estudiantes y docentes como elementos clave en cualquier proceso educativo, y la necesidad de priorizar el currículo y adaptarlo a las necesidades y contextos específicos de los estudiantes. Estos aprendizajes nos invitan a repensar la escuela, el aprendizaje y las relaciones en el entorno educativo, con un enfoque en la inclusión y la convivencia escolar como herramientas esenciales para enfrentar los desafíos educativos actuales.